Las emociones del cliente son la fuerza y la función detrás del consumismo y una forma clave en que se conectan con las marcas. Las empresas deben hacer que los clientes se sientan seguros acerca de sus decisiones de compra, aliviar cualquier inquietud y brindar la experiencia más positiva posible.
Los asistentes virtuales cada vez toman un papel más relevante en el ecosistema digital. Se han convertido en verdaderos pilares de la atención al cliente, además de jugar un papel crucial en seguimiento y ventas, marketing y conocimiento del cliente por medio de la recopilación y procesamiento de información individual de los usuarios de productos y servicios.
Los asistentes virtuales programados para el reconocimiento de emociones y sentimientos pasan por procesos largos de machine training y machine learning que les permite analizar las formas en que un cliente se muestra en relación con una marca o empresa.
La idea es que pueda identificar disparadores emocionales clave en los usuarios, ya que esos sentimientos son los que guían buena parte de la toma de decisiones de un cliente. De esta manera el asistente ofrece respuestas acertadas y consigue información de valor a través de datos que sirven a las compañías para entender y conocer con precisión la percepción que tienen de ella sus consumidores.
Mediante máquinas de entrenamiento y tecnología de machine learning, la inteligencia artificial detrás de estas herramientas puede aprender a reconocer inflexiones de sentimientos en el tono de un usuario, tanto en texto como por reconocimiento de voz.
La aplicación de este tipo de tecnología en los departamentos de atención al cliente, experiencia de usuario, marketing y ventas de una empresa sirve para identificar clientes molestos o inconformes y, con base en esta información, generar respuestas adecuadas. Todo esto con el objetivo de mejorar los índices de satisfacción del usuario y buscar que se convierta en un cliente recurrente.
Según registros de WhatsApp, esta plataforma concentra el 37 por ciento de conversiones de ventas en el sector financiero, superando el uso de SMS, telemarketing, call centers, páginas web y aplicaciones móviles. En buena medida esto se debe a estrategias de asistentes virtuales y su capacidad para procesar, catalogar y analizar información personal de usuarios potenciales para ofrecerles servicios personalizados.
Los asistentes virtuales van más allá de recibir y atender quejas. También funcionan como acompañantes y guías para un cliente en su customer journey. Estas herramientas funcionan como procesador de los patrones e historiales de consumo de usuarios, lo que permite a una empresa poder ofrecerles tanto experiencias como servicios completamente personalizados.
De acuerdo con datos de FinServ, un uso estratégico de asistentes virtuales puede traducirse en un costo de adquisición de clientes cinco veces menor al de estrategias convencionales. En este contexto, el uso de asistentes virtuales con capacidades de identificación de emociones y sentimientos ofrece un nivel de empatía y conexión sin precedentes entre clientes y empresa.
Identificar las emociones de los usuarios permite que las empresas puedan: