Storytelling: cada marca, cada objeto, cada empresa tiene su propia historia que contar, sólo necesita saber cómo contarla.
Había una vez un marketero digital queriendo lograr sus objetivos, pero se encontraba diciendo lo mismo que muchos otros más. ¿Por qué? Porque no se había percatado de que cada marca, cada objeto, cada empresa tiene su propia historia que contar, sólo necesita saber cómo contarla.
Se ha demostrado que la narrativa ayuda a los consumidores a establecer conexiones personales y también emocionales con las marcas. Está comprobado por diversas investigaciones que confirman que el 55% de los consumidores que conectan y aman la historia de una marca, están dispuestos a realizar una compra; por lo tanto, podemos notar que muchos estrategas de marketing están centrando sus acciones en comunicar estos mensajes de marca.
El marketing centrado en la historia de la marca es un buen inicio para cualquier campaña, gracias a que establece conexiones sólidas con los consumidores potenciales de la misma. Una vez que hay conocimiento de la historia y de la existencia de la marca, los especialistas se pueden centrar en comenzar a conseguir fieles seguidores para los productos o servicios que la empresa ofrece. Aquí es donde el storytelling es clave, ya que definirá la manera de vender a la marca a través de la creatividad con la que se cuente la historia,
Ahora que ya pudimos comprender la importancia de esto, pasemos a los tips básicos y necesarios para construir un buen storytelling:
Lo primero que se necesita dentro de la narrativa de la marca es una historia que sea convincente. Al preparar la historia es como si se estuviera preparando el escenario en donde los consumidores van a encontrar la manera de interactuar con la marca. Los consumidores aman las raíces de las cosas, por lo mismo, es una gran táctica mostrar esta narrativa. Crear una historia única y desarrollarla es una excelente manera de aprovechar los valores que conforman a la marca para así compartirlos de manera orgánica con los clientes.
Una vez que sepas qué es lo que vas a contar, es hora de pasar a saber cómo contarlo para conectar emocionalmente con la audiencia. Tomemos como ejemplo la famosa campaña de Nike con Colin Kaepernick en donde el “Just Do It” tomó un camino revolucionario con su famoso claim “Believe in something. Even if it means sacrificing everything. Just do it.” Gracias a esto, se formó una conexión de historias. Ya no sólo la marca contaba su historia, sino que también conectaba con historias específicas de gente influyente que conectaba con aún más personas de las que se imaginaban. ¿Qué se logró? Que las ventas de Nike aumentaran un 31% en días.
Los datos que provienen de fuentes confiables ayudan a transmitir un mensaje de manera correcta. Un claro ejemplo de esto son las redes sociales de National Geographic, que muchas veces aparte de contener la historia de lo que cada autor de las fotografías vive, incluyen datos duros acerca de la flora, fauna, cambio climático, o lo que sea de lo que se esté hablando en el posteo. Esto permite que el lector no sólo se empape de la historia, sino que también aprenda acerca de lo que está leyendo. Utilizar datos no sólo ayuda a contar una historia, también ayuda a reforzarla.
El objetivo de cualquier historia suele ser que resuene, que sea memorable, que perdure. Cuando la historia de la marca se combina con la historia de la vida diaria de las personas o conecta con algo con lo que la gente se pueda identificar, ayudan a la marca a crear contenido creativo y potente que logrará ser material que los consumidores quieran compartir y así se podrá llegar a una audiencia más amplia o más específica.
Sobra decir la importancia que han cobrado las redes sociales dentro de la publicidad digital y el mundo del marketing en general. Gracias a la diversidad de maneras en las que las podemos utilizar, hemos logrado que la publicidad haya sido más accesible para todos. Por lo mismo, al estar rodeados de la misma, es importante saber destacar entre la competencia de manera auténtica.
Éstas no sólo ayudan a promover una marca, ellas construyen la propia marca. Hay muchas marcas que han nacido y crecido gracias a las redes, marcas que al principio ni pensaban en ser una marca como tal ni sabían que podían beneficiarse de eso. Un claro ejemplo de esto son los influencers o los blogs que cobran vida en Instagram como Humans of New York, en donde cada individuo cuenta su propia historia.
La narrativa de la marca tiene un pasado, un presente y un futuro. 92% de los consumidores han confirmado dentro de estudios que quieren que la publicidad se muestre en forma de historia, con imágenes atractivas y contenido impactante que logre resonar en la mente del consumidor. Es importante recordar siempre ser coherente con lo que se quiere contar para de esta manera no perder la fidelidad de los clientes que ya se enamoraron de la historia de la marca, pero claro, sin tener miedo a siempre encontrar formas nuevas y atractivas para contar la misma historia conforme la sociedad va avanzando y modificando sus gustos e intereses.
La historia puede ir adaptándose e ir evolucionando a lo largo del tiempo, por eso los marketeros siempre tienen que estar pendientes de lo que los rodea y dominar sus skills de comunicación, ya sea verbal, escrita o visual. Una vez entendido esto, podemos concluir esta historia: y es así como el marketero hizo un trabajo excelente y vivió feliz para siempre.